Ya hemos dicho que la instalación de un sistema operativo es un proceso largo y complejo y que si no lo hacemos correctamente podemos perder la información que tengamos en el ordenador y tener problemas posteriormente. Por eso antes de empezar este proceso haremos una planificación del mismo como ya hemos visto.
Respecto al proceso de instalación propiamente dicho aquí vamos a explicar:
Hasta hace poco tiempo la manera más habitual de instalar un sistema operativo era desde el CD o el DVD. En el caso de sistemas privativos era el medio en el cual nos daban el programa al comprarlo en la tienda. En el caso de sistemas libres desde Internet nos descargábamos la ISO (la imagen del CD) que después teníamos que quemar en un CD o DVD. Hay que tener en cuenta que grabar una imagen en un CD no es símplemente grabar un fichero .iso en un CD cómo si fuera un fichero normal sino que en el programa de grabación de CDs tenemos que elegir la opción de ‘grabar una imagen’ ya que tiene que preparar el CD para que sea arrancable.
Ahora lo más habitual es hacer la instalación del sistema desde un dispositivo USB (incluso muchos equipos ni tienen lector de CD).
En este caso, igual que en el CD, no es suficiente con copiar el fichero ISO o los ficheros de instalación al USB sino que tenemos que hacer que el USB sea arrancable. La manera más sencilla es utilizar cualquier de los programas que encontramos para hacerlo.
Un ejemplo es el programa ‘Unetbootin’. Es software libre con versiones para GNU/Linux, Windows y Mac. Este programa en concreto nos ofrece la opción de elegir qué imagen queremos grabar en el USB (desde la opción Diskimage de la parte inferior de la imagen) o directamente elegir la distribución que queremos y él la descarga y la graba (desde la opción Distribution de la parte superior).
En Linux Mint tenemos el programa ‘Grabador de imágenes USB’ (mintstick) y hay infinidad más tanto para GNU/Linux como para Windows o Mac. Podemos encontrar muchas páginas donde se explica como hacerlo.
Todos estos programas, además de copiar el ficheros de la imagen al USB, lo hacen arrancable y copian en él los ficheros que permiten el arranque del ordenador como vimos en la unidad anterior.
Otra opción muy interesante, sobre todo para un informático, es tener en un único USB varias ISOs de sistemas operativos, utilidades, etc. Así con sólo un USB con bastante capacidad podemos tener cubiertas todas las necesidades para instalar sistemas o reparar equipos.
Hay multitud de programas (Ventoy, Yumi, …) y de páginas en internet que nos explican diferentes formas de crear estos USB.
En el caso de tener que instalar muchos equipos a la vez podemos ahorrarnos mucho tiempo haciendo la instalación por red. Para ello necesitaremos tener en la red un servidor que proporcionará a los equipos que lo piden los ficheros necesarios para instalar el sistema operativo.
El arranque desde red es el proceso de arrancar un computador desde la red en vez de un disco local. Los PCs proporcionan una opción en su firmware (BIOS o UEFI) para arrancar desde la red, normalmente por medio del Preboot eXecution Environment (PXE) que es un chip de la tarjeta de red que permite al ordenador iniciarse sin tener un sistema operativo, simplemente ejecutando el programa contenido en este chip. Este programa inicializa la tarjeta de red y hace una petición de IP a un servidor DHCP. A continuación pide los ficheros del sistema operativo, que recibe a través de la red desde un servidor.
Para utilizar la carga del sistema desde la red tenemos que poner en la BIOS como primer dispositivo de arranque la opción “Arranque por LAN”. Si esta opción no está disponible habrá que activar la opción “onboard LAN Boot ROM” o similar que suele estar en el menú de Integrated Peripherals de la BIOS. Los equipos muy antiguos no incluyen en la BIOS la opción de arranque por red.
Este proceso se puede utilizar directamente para cargar el sistema operativo desde la red (es como funcionan por ejemplo los terminales ligeros que tenemos en la biblioteca del centro) o para que el servidor envíe los ficheros de instalación del sistema y en este caso se producirá la instalación del sistema operativo en el equipo cliente igual que si estuvimos haciéndolo desde un CD o USB).
Para hacer instalaciones por red existen implementaciones para Mac OS X, Windows, y Linux, como NetInstall, Windows Deployment Services (WDS) y DRBL, respectivamente. En el bloque 2 haremos una práctica para instalar Windows desde la red con WDS.
El proceso de preparar un nuevo ordenador para ser utilizado es muy largo y laborioso puesto que tenemos que:
Si además son muchos los ordenadores que tenemos que instalar y configurar este proceso puede durar días.
La alternativa es hacer todo este proceso en un ordenador y después clonar su disco al resto de equipos.
La clonación de un disco es copiar todo su contenido a otro disco o a un fichero “imagen” para restaurarlo posteriormente en el mismo equipo o en otro.
La utilidad de la clonación no se limita a instalar y configurar muchos equipos sino que también es adecuada para:
Tenemos muchos programas, tanto libres como privativos, que nos permiten hacer clonaciones y normalmente podemos clonar y restaurar todo un disco o sólo las particiones indicadas.
Si el objetivo es tener muchos equipos instalados y configurados el proceso habitual es hacer la imagen del primer equipo una vez configurado totalmente y después lanzar esta imagen por red al resto de equipos. Para ello tenemos que configurar todos los equipos para que arranquen por red y el programa de clonación tiene que arrancar un servidor que proporcionará IPs y el sistema base a todos los equipos. Una vez arrancados los clientes todos recibirán la imagen al mismo tiempo por multidifusión para no cargar en exceso la red (puesto que la imagen habitualmente ocupará varios GB).
Normalmente los programas de clonación son de tipo LiveCD por lo cual no hay que instalar nada en ningún equipo.
No siempre es posible la clonación. En el caso de los sistemas Windows sólo funcionará si el equipo destino tiene el mismo hardware que el equipo del cual hemos hecho la imagen porque si no los drivers son diferentes y posiblemente ni siquiera arrancará. La alternativa que plantea Microsoft es utilizar la utilidad Sysprep que explora el hardware del equipo al arrancar.
En cualquier caso si la clonación es para preparar muchos equipos después de clonar tenemos copias idénticas del equipo original y se tienen que modificar algunos parámetros de cada equipo como el nombre del equipo, la dirección de red si fuera estática, etc.
Un ejemplo de software libre de clonación es el programa Clonezilla. Podemos encontrar información del programa y su utilización en la página oficial. Además en Internet tenemos muchos manuales que explican por paso como realizar clonaciones de discos y particiones con esta herramienta.
En el módulo de FDM realizaremos prácticas de clonación.
Siempre es tedioso el proceso de instalación de un sistema operativo donde cada cierto tiempo se nos hacen preguntas como qué idioma elegir, en qué partición instalar el sistema o el nombre del equipo o de los usuarios. Incluso en algunos casos tenemos que buscar antes drivers u otros programas. En caso de tener que realizar la instalación de muchos equipos este esfuerzo se multiplica.
Por ello conveniente automatizar el proceso lo más posible para ahorrarnos tiempo y minimizar la posibilitar de errores en la instalación. Esto puede hacerse con las instalaciones desatendidas o automatizadas.
Hay herramientas que básicamente lo que hacen es generar un fichero con las respuestas que queremos dar a las diferentes preguntas que nos hace el programa de instalación del sistema operativo, de forma que este programa lee las respuestas de ese fichero en lugar de hacernos las preguntas durante la instalación.
En el caso de Windows, podemos hacerlo con Sysprep que permite generalizar una imagen para instalarla en muchos equipos (elimina el SID del equipo y otras informaciones especifícas). Encontraremos cómo hacerlo en Microsoft Learn.
Si queremos generar un fichero de respuestas debemos usar la herramienta gratuita de Microsoft WSIM (Windows System Image Manager) incluida en el Windows Assessment and Deployment Kit (Windows ADK) que podemos descargar de la web de Microsoft. Esta herramienta genera un fichero en formato XML llamado Autounattend.xml
que tenemos que copiar en la carpeta raíz del dispositivo desde el que instalaremos el sistema (el disco USB o el DVD). En la web de Microsoft encontramos las opciones de configuración que tenemos que incluir en el fichero de respuestas para evitar la aparición de la interfaz de usuario al instalar:
http://technet.microsoft.com/es-es/library/dd744272(v=ws.10).aspx
En Internet podemos encontrar muchos vídeos y tutoriales de cómo hacerlo. Por ejemplo tenéis un tutorial para Windows 10 en:
https://todosobrewindows.com/como-crear-windows-10-usb-o-iso-desatendidos/
De todas formas la opción más cómoda es utilizar un programa de terceros, como NT-Lite u otros, que nos ayude a crearlas. Se trata de programas que nos ayudan a personalizar el sistema, sus componentes, los controladores que incorpora o los programas que se instalarán por defecto.
Las cuestiones que podremos personalizar con una instalación desatendida son:
También podemos encontrar muchos programas de terceros que simplemente crean el fichero Autounattended.xml
para hacer instalaciones desatendidas de otros programas útiles (desde antivirus o compresores hasta navegadores o paquetes ofimáticos). Un ejemplo es la web de ninite.
En el caso de distribuciones GNU/Linux el funcionamiento es muy similar e incluso la mayoría de herramientas nos permiten elegir qué componentes del sistema operativo instalar y qué otros paquetes queremos incluir en la instalación. Como el proceso de instalación varía mucho de unas distribuciones a otras encontramos diferentes herramientas según qué sea nuestra distribución. Algunos ejemplos son:
La gran ventaja que tiene todo este trabajo es el ahorro de tiempo. Invertimos tiempo para crear la primera instalación desatendida y después cada vez que tengamos que instalar un equipo nos ahorraremos mucho tiempos y trabajo.
Sin embargo este tipo de instalaciones también tienen sus inconvenientes. La principal dificultad en la empresa radica en la administración de las licencias de los programas. Es conveniente administrar bien la instalación para que cada programa tenga la licencia necesaria, sobre todo para poder tener después el apoyo adecuado para cada aplicación.
Esto lo practicaremos en el proyecto final configurando en nuestro servidor instalaciones desatendidas para los clientes.
Es la parte más importante y delicada de la instalación de un nuevo sistema operativo y por tanto tenemos que asegurarnos de hacerlo correctamente.
Tenemos que saber:
Una vez que tenemos claro todo sobre particiones es el momento de decidir qué particiones vamos a necesitar para nuestro sistema.
Siempre tenemos la posibilidad de no indicar las particiones a hacer y dejar que sea el propio asistente el que lo decida, pero en ocasiones esa no es la mejor elección.
Separar la información en diferentes particiones nos ofrece muchas ventajas pero tiene un problema: al final las particiones se acaban llenando y es necesario ampliar el espacio de almacenamiento.
Cuando se llena una partición la única solución que había es comprar un nuevo disco más grande y pasar los datos de la antigua partición al nuevo disco, lo que lleva mucho tiempo y a su vez plantea algunos problemas.
Los volúmenes lógicos vienen a solventar este problema ya que permiten ampliar una partición (llamadas volúmenes lógicos) con particiones de otros disco de forma que para el usuario se ven como un único espacio de almacenamiento.
El funcionamiento es el siguiente:
Si un LV se queda sin espacio se amplía usando espacio libre del VG, y si en este no quedara más espacio libre se puede añadir al VG un nuevo disco físico (o una nueva partición física) de manera que se amplia su espacio libre.
En Windows este sistema se llama Discos dinámicos y permiten tanto crear volúmenes lógicos distribuidos en varios discos como volúmenes con tolerancia a fallos (RAID).
En GNU/Linux este sistema se llama LVM (Logical volume manager).
El último paso al instalar un sistema GNU/Linux es siempre guardar el cargador de arranque Grub para que el sistema puede iniciar, de lo contrario no podríamos arrancarlo (tendríamos que arreglarlo manualmente como se vió en el tema del arranque de Linux).
Siempre debemos guardarlo en el dispositivo desde el que arranca nuestro ordenador (normalmente ‘/dev/sda’) lo que significa que se guardará en el MBR para iniciar el proceso de arranque (o en la partición ESP en caso de un disco GPT). También si tenemos Windows ya instalado porque queremos que Grub sustituya al cargador por defecto de Windows que sólo nos permite arrancar el Windows.
Durante el proceso de instalación, además de en qué partición instalar el sistema, nos hacen una serie de preguntas para configurar el mismo. Estas preguntas varían de un sistema a otro pero la mayoría preguntan, entre otras:
Vamos a ver en más detalle las últimas opciones.
El nombre de un equipo lo identifica en la red por lo cual su nombre tiene que ser único (si tenemos en la misma red 2 equipos con el mismo nombre tendremos un conflicto y algunos programas no funcionarán correctamente al no poder identificar a los equipos en la red). Tanto en Windows como el GNU/Linux el nombre de un equipo sólo puede contener letras, números y guión (¡¡¡nada de espacios en blanco!!!).
Cuando instalamos el sistema operativo nos preguntan el nombre que tendrá el equipo pero posteriormente podemos cambiarlo en cualquier momento. Para cambiar el nombre del equipo en Windows 10 lo podemos hacer desde Inicio -> Configuración -> Sistema -> Acerca de -> Cambiar nombre de este equipo
. Otra forma que funciona en todos los Windows es desde el Explorador de archivos pulsando sobre el icono de ‘Este equipo’ con el botón derecho -> Propiedades
. Después de cambiar el nombre tenemos que reiniciar el equipo para que se aplique el cambio.
En GNU/Linux el nombre del equipo se guarda en el fichero /etc/hostname
. Para cambiarlo sólo tenemos que editar el fichero y escribir allí el nuevo nombre. Este nombre se aplicará cuando reiniciamos el equipo. Normalmente también se guarda en el fichero /etc/hosts
para que se resuelva sin preguntar al DNS por lo que debemos comprovar si está y si es así cambiarlo también.
Si lo que queremos es cambiar el nombre del equipo sólo para esta sesión de trabajo lo hacemos desde la terminal con el comando hostname
. Por ejemplo para que se llame pc01 haremos:
hostname pc01
Cuando volvamos a reiniciar el equipo se llamará con el nombre que ponga en el fichero /etc/hostname
.
El Ubuntu y otras distribuciones tenemos también el comando hostnamectl
que me permite ver el nombre de la màquina o cambiarlo:
batoi@pc-juanbatoi:~$ hostnamectl
Static hostname: pc-juanbatoi
Icon name: computer-laptop
Chassis: laptop
Machine ID: 34a45d74850d400d834559def624e447
Boot ID: bb1dd13b3be84e2b9cb9735c74f3ce6e
Operating System: Linux Mint 20
Kernel: Linux 5.4.0-67-generic
Architecture: x86-64
Para darle un nuevo nombre se lo pasamos a dicho comando:
hostnamectl set-hostname mipc
Es habitual que un ordenador lo utilice más de una persona, pero que pasará sí:
Para solucionar todo esto se crearon los usuarios. Creamos un usuario para cada persona que usa el ordenador y los cambios que cada uno haga se guardan con la información de ese usuario de forma que sólo se aplican cuando ese usuario inicia sesión. Además se establecen permisos para indicar qué usuarios tienen acceso en cada fichero y que pueden hacer con él.
En los sistemas operativos privativos el software normalmente es de pago y es el usuario el encargado de obtenerlo en una tienda, por Internet, etc.
En los sistemas operativos libres la mayoría del software es gratuito y su distribución no tiene ninguna limitación por lo cual se ha ideado un método para obtener software que es muy sencillo y cómodo para el usuario.
Además de obtener el software de un medio extraíble (como CD, USB, etc) o buscándolo en Internet, se puede obtener directamente de un repositorio de software.
Un repositorio o fuente de software es un lugar centralizado donde se almacenan y se mantienen paquetes de software, que pueden ser descargados e instalados en un ordenador. Un paquete de software es el conjunto de ficheros que forma un programa.
Las distribuciones GNU/Linux incluyen sistemas de gestión de paquetes que permiten descargar e instalar programas sin más intervención por parte del usuario que indicar el nombre del paquete a instalar: el sistema lo descarga desde el repositorio en que se encuentre, lo instala en el equipo y lo configura para que funcione. Incluso, si este programa necesita otros paquetes o librerías que no tenemos instaladas las descarga e instala también.
Cuando instalamos un sistema GNU/Linux desde un CD estamos utilizando este CD como repositorio pero en el proceso de instalación nos pregunta si queremos añadir también repositorios de Internet y cuáles. Al hacerlo le indicamos al sistema que cuando queramos instalar nuevos paquetes los descargue desde estos repositorios.
El fichero donde se guardan los repositorios configurados en el sistema es /etc/apt/sources.list
. En cualquier momento podemos añadir o eliminar repositorios editando este fichero o utilizando las herramientas gráficas que incluye el sistema (como el Centro de software de Ubuntu, el programa Fuentes de software de Linux Mint, etc).
Existen varios formatos para empaquetar los paquetes de software. Los más comunes son:
.deb
, usado por Debian y sus derivados (cómo Ubuntu).rpm
usado por RedHat; SuSE y sus derivadosCada línea del fichero configura un repositorio. Su sintaxis es:
{deb | deb-src} url_del_repositorio versión tipo_de_paquetes
_version_-updates
en Ubuntu o version/updates
en Debian. Para parches de seguridad pondremos version-security
o version/security
respectivamente (version se debe cambiar por la versión adecuada como focal o bullseye)main
, restricted
, universe
o multiverse
en Ubuntu o main
, contrib
o non-free
en Debian). Podemos poner más de un tipo separados por espacioEjemplo de fichero en Ubuntu:
Ejemplo de fichero en Debian:
Después de hacer cambios en este fichero tenemos que recargar la lista de paquetes de los repositorios con el comando
apt-get update
Este comando hace que nuestro equipo se conecte con cada uno de los repositorios configurados y se descargue la lista de paquetes que tienen.
En los sistemas operativos Windows si estamos conectados en una red cuando instalamos el sistema operativo se nos pregunta el tipo de red que es:
Esta pregunta nos la volverán a hacer cada vez que nos conectamos a una nueva red.
La información que proporcionamos le permite a Windows configurar el cortafuegos de manera más o menos restrictiva según el tipo de red en que nos encontramos:
En versiones posteriores de Windows sólo se nos pregunta si queremos que los otros equipos de esa red puedan o no ver nuestro equipo. El redes públicas debemos contestar que No y en nuestra red de casa o del trabajo que Sí para poder compartir información con los otros equipos de dicha red.